los medicamentos

Meditaciones sobre los Medicamentos
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> > Vengo del médico y me ha fastidiado el día.
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> > ¡Pues no me ha dicho que no tengo nada! ¿Qué sabrá él?
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> > Va el tío y me dice que no tengo que tomar ningún medicamento,
> > que estoy sanísimo…
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> > ¡Pues claro que estoy sanísimo! ¡Porque tomo medicamentos!
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> > A mí es que los medicamentos me dan mucha seguridad. ¿A ustedes
> > no les parecen una maravilla?
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> > Son lo más parecido a un milagro: tú te tomas una pastilla… ¡y
> > se te quita el dolor de cabeza!
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> > Ella se toma otra… ¡y ya no se queda embarazada!
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> > ¡Y tú te tomas otra… y se te pone dura!
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> > No me dirán que esto no es un milagro…
> > ¿Cómo sabe una Aspirina así de pequeña, a qué parte del cuerpo
> > tiene que ir?
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> > Te tomas una Aspirina, llega al estómago…/
> > - Buenaaasss, ¿es aquí el dolor?
> > - No, eso va a ser en el piso de arriba, en la cabeza, al lado
> > del hipotálamo, allí pregunte usted por “migraña”./
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> > ¡Oye… y llega! A mí me preguntan dónde está el hipotálamo, y…
> > ¡Ni de coña!
> > ¡Las pastillas son la leche!
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> > Las que más me gustan son las blancas, son tan sobrias, no sé…
> > parece como que curan más.
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> > Las cápsulas las encuentro frívolas… me dan la impresión de que
> > son demasiado chillonas… ¿verdad? Siempre me pregunto, ¿para qué
> > gastarán en ponerles colorines a las cápsulas si en el estómago
> > no tenemos ojos? Que se fijen en los supositorios: a nadie se le
> > ha ocurrido hacerlos de colores, como los helados… Todo el mundo
> > sabe que por muchos colorines que les pongan… con el tercer ojo
> > no se pueden leer novelas.
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> > Además, hay enfermedades en las que se toman medicamentos
> > riquísimos. Los constipados, por ejemplo. ¡Lo jarabes de los
> > constipados están de muerte! Yo creo que en invierno deberían
> > servirlos en los bares:/
> > - ¡Ponme un chupito de Bisolvon… y un expectorante pa’ todos,
> > que un día es un día!/
> >
> > ¿Y las Aspirinas infantiles? ¡Están mejor que los caramelos!
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> > Lo que no entiendo es por qué a las de adultos les cambian de
> > sabor.
> >
> > Otra cosa que no entiendo: ¿quién les pone los nombres a los
> > medicamentos?
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> > Para mí que son dos tíos: uno que tiene las ideas muy claras y
> > les pone a los medicamentos nombres que te dan pistas de para
> > qué sirven: Peusek, Evacuol, Mucosán…
> >
> > Y otro tío que va de creativo y se inventa marcas como /Seroxat,
> > Clamoxyl, Atarax, Augmentine… /Que, claro, uno se pregunta:
> > /-¿Qué aumenta el Augmentine? -¿Se vende junto con la Viagra?
> > /Si es que son ganas de complicar las cosas....
> >
> > El bicarbonato por ejemplo, ¿por qué no le llaman Eructol?...
> >
> > O los supositorios, ¿por qué no se llaman Son-pal-cul?...
> >
> > Y, ya puestos, al Hemoal que le llamen Almorranón.
> >
> >
> > Otra cosa que me encanta de los medicamentos es el prospecto. A
> > veces con sólo leerlo y ver la cantidad de cosas que cura, ya me
> > siento mejor.
> >
> > Bueno, menos con los prospectos de los tranquilizantes. Porque
> > te pones a leer los efectos secundarios y… */“Este medicamento
> > le puede producir mareos, temblor, cefalea, insomnio con
> > ansiedad y depresión, visión borrosa, sequedad en la boca,
> > estreñimiento, taquicardia…”/*
> >
> > Pero, ¿cómo puede eso tranquilizar a alguien?
> >
> > Bueno, y si nos ponemos a criticar… Hay un medicamentos que a mí
> > me ponen muy nervioso: Las gotas, por ejemplo. No se conoce a
> > nadie que haya conseguido echarse el número de gotas que le dice
> > el médico. Porque, ¿cómo lo haces? Tienes la cabeza de lado, el
> > cuentagotas arriba… Y ahora… ¿Cómo cuentas las gotas?
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> > Al final acabas:/- Uno, dos, tres chorro, cinco, seis, chorro…
> > doce…/
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> > Eso sí, cuando uno está realmente mal, no hay nada como las
> > inyecciones.
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> > Lo que pasa es que da un poquitín.. de miedo.
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> > Yo además tengo la mala suerte de que siempre que voy a
> > pincharme, me toca el 'practicante'; o sea, ¡el que quiere
> > practicar con mi culo!
> >
> > ¡Joder, si quiere practicar, que practique con el culo de su
> > padre, y luego que venga!
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> > Lo que pasa es que como estás muy mal, dices: /“Vamos
> > pa’adelante”/, ... te bajas los pantalones … el tío se pone a tu
> > espalda … Y no hace ruido. ¿Qué estará haciendo?
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> > ¿Se habrá ido? No, porque de pronto te dice… /- Relaje la nalga…/
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> > ¿Como que relaje la nalga?
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> > Mire usted, yo con el culo al aire y un tío por detrás… ¡No me
> > relajo nunca!
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> > Aunque, no nos engañemos: Duele, pero un jeringazo es mano de
> > santo.
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> > Y es que los medicamentos te hacen la vida más fácil.
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> > En fin, que… ¿Saben lo que les digo?
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> > Que en vez de dejar de tomar medicinas, lo que voy a hacer es
> > dejar de ir al médico.
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> > Y así me tomo lo que quiero ...