BIOGRAFIA DE MATA HARI

¿ Quien no ha oído hablar de la Mata Hari ?, ¿ qué sabes de la Mata Hati ? ¿ sabes como vivió, donde nació, como fue su vida ?, ¿ Qué hombres importantes cayeron rendidos a sus pies ?, pues ahora las conocerás tras un exhaustivo estudio llevado a cabo por las redes de Internet, que como siempre, difiere bastante entre unas versiones y otras.


Para la cultura popular de buena parte del mundo, Mata Hari fue una bellísima y sensual bailarina de danzas orientales, que usó sus dotes en la alcoba para manipular a su antojo a los potentados de media Europa en provecho de la otra mitad, una de las más famosas encarnaciones del arquetipo de la mujer fatal –sexy, calculadora, fría, ambiciosa, egocéntrica, que mentía todo el tiempo y demostraba una extraordinaria arrogancia en lo referente a su poder sobre los hombres capaz de hacer que cualquier hombre arrojase gustosamente su honra a los perros por una noche con ella, y que puso en riesgo la suerte del bando que terminaría ganando la Gran Guerra, y que terminó sucumbiendo al ser descubierta. Hasta aquí, la historia que todos más o menos conocemos. Tiene un eco de tragedia griega, con una heroína que se levanta del fango y se originó en los sueños de una pobre muchacha holandesa por salir de la miseria y vivir una vida de lujo y sensualidad. De cómo ese sueño terminó imponiéndose a la realidad y de cómo esa victoria se cobró un precio altisimo, nada menos que su vida alcanzando la cumbre para entonces derrrumbarse y perecer, aunque nunca se la olvida.

¿Pero no existió en realidad una bailarina holandesa, Margaretha Zelle...

Que se hacía llamar Mata Hari en la desesperada París de la Primera Guerra Mundial, y que acabó fusilada, acusada de espionaje a favor de Alemania? Claro que si. Pero la realidad (eso que corrientemente llamamos realidad) fue más pobre y más sórdida que la historia que todos conocemos. Y más triste.

Que nadie tome estas líneas como una protesta contra la falta de rigurosidad histórica del cine de Hollywood, algo que a la Fábrica de los Sueños siempre tuvo sin cuidado. Y lo bien que hace, porque la misma realidad es, en buena medida, una construcción ficcional y el cine no es Historia sino entretenimiento.

La Historia se puede encontrar en otra parte, por ejemplo en bibliotecas, y si el cine no la refleja no es problema del cine sino de ustedes, damas y caballeros, que creen que se puede conocer la verdad sobre la batalla de las Termópilas en menos de dos horas y mientras beben una coca-cola o comen palomitas como poseídos.

Hay que decir además que se da la paradoja de que el cine fue más fiel a los sueños de la Mata Hari de carne y hueso que la realidad misma. Porque, en sus delirios de poder, lujuria y hedonismo, la Mata Hari de eso que se deja describir como realidad no era la pobre Margaretha Zelle. Era la Mata Hari que para siempre asociaremos con el rostro y el cuerpo de Greta Garbo, quien la encarnó en una pelicula.

UNA CHICA HOLANDESA

Margaretha Geertruida Zelle nació en la ciudad frisia de Leeuwarden, en los Países Bajos, el 7 de agosto de 1876. (Para quienes se interesan por estas cosas, era de Leo). Era hija de Adam Zelle, dueño de un próspero comercio de venta de sombreros, cuando ningún hombrepodía ser visto en público sin sombrero. Su madre se llamaba Antje van der Meulen. Adam mantenía a su familia en circunstancias confortables y parecía disfrutar especialmente complaciendo a su avispada y adorable hija. Ella recordaba algunas veces que su padre parecía que la consideraba como: “Una orquídea entre botones de oro”.

Adam, al que sus vecinos apodaban el Barón, por sus delirios de grandeza y sus costumbres extravagantes, pronto acostumbró a la niña, a la que llamaba M’greet, a usar ropas caras y elegantes y a ser el centro de atención. En una familia y sociedad conocidas por ser gente de tez blanca, rubia, y de ojos claros, la bonita M’greet era notable por su espeso cabello oscuro, ojos negros, y su facilidad para broncearse de un color oliva.

Para su sexto cumpleaños su padre le dio un presente especial: un carruaje en miniatura con arnés para que dos cabras lo arrearan. Hábil con las manos, “Papá” Zelle había hecho el carruaje, en el cual se podían sentar cuatro pasajeros. La joven M’greet sabía cómo manejar un carruaje debido a que solía tomar las riendas del carro de su padre así que estaba muy encantada de mostrar su presente y llevar a sus amigos en él.

De varias maneras, M’greet mostró tempranamente un don para el dramatismo.

Ella adoraba vestir ropas extravagantes para ir a la escuela y contaba historias que exaltaban sus orígenes. “Yo nací de ancestros ilustres”, ella clamaba. “Mi cuna estuvo en Caminghastate”. El Caminghastate era una mansión en Leeuwarden en donde una auténtica familia noble residía. M’greet a veces contaba que ella vivía en un castillo. Aunque sus amigos sospechaban que sus historias eran fantasía, ella continuaba siendo una persona popular. A las profesoras le agradaba M’greet ya que era una chica brillante que demostraba una especial habilidad para los lenguajes.

Desgraciadamente, esa vida duró muy poco. El desastre golpeó a la familia cuando M’greet tenía trece años de edad. Adam Zelle quedó en bancarrota como resultado de una serie de especulaciones erradas en el mercado de valores. Después de vender sus bellos muebles, la familia se trasladó desde su espaciosa casa en una de los mejores partes de la ciudad, a una pequeña, en mal estado, casa en la sección pobre. Adam les dijo que iba a Amsterdam a probar su suerte allí dejando a Antje cuidando cuatro chicos por sí misma. Antje no pudo con la tarea. Ella pronto cayó en una profunda depresión, enfermando luego. Ella murió en 1891cuando M’greet tenía quince años de edad. Aunque ella fue una “niña de papá”, M’greet también era muy cercana con su madre y tomó su muerte muy mal. La situación familiar era muy dificil.

Adam Zelle regresó a casa para el funeral pero no vino a recuperar sus jóvenes hijos. En cambio, él los distribuyó entre los parientes a quienes había podido convencer de tomar un empobrecido y jóven huerfano. M’greet buscó ser llevada a la casa de su padrino en el pequeño pueblo de Sneek. Para este tiempo, M’greet había alcanzado su mayor estatura de 1.78 metros, y sobrepasaba a las otras mujeres. Es más, ella sobrepasaba en talle al hombre holandés promedio de esa época y esto era considerado una marcada desventaja para conseguir pretendiente.

El padrino, Heer Visser.....

Le sugirió que intentara recibir capacitación como profesora de jardín de infante, M’greet aceptó el consejo. Ella sabía que no era realmente querida en el hogar de los Visser y no disfrutaría siendo el objeto de una sumisa caridad. Ella rápidamente estuvo en camino hacia el pueblo de Leyde para futuras profesoras dirigida por Heer Wybrandus Haanstra.

La escuela enfatizaba que las profesoras debían ser disciplinadoras con los pequeños, alborotadores, niños que estaban a su cargo. A la tierna M’greet no le agradaba tener que golpear con una vara en las palmas de los pequeños y no era apta para el trabajo en el cual la capacitaban.

Ella tenía un problema mayor y era que el propietario del lugar, Heer Wybrandus Haanstra. El estaba encaprichado con M’greet y la joven solitaria parecía que correspondía a estos sentimientos, al menos parcialmente. Cierto, era demasiado alta y sus pechos eran diminutos, pero había algo en ella que era irresistible. Su fama de seductora se inició desde este momento a la edad de 15 años, enloqueciendo a su director, quien llegó a arrastrarse a sus pies, a gimotear en público y a escribir poesías con tal de conseguir sus favores.

El romance causó pública consternación que erupcionó en un escándalo.

Irónicamente, el foco de la desaprobación no era el hombre mayor que hizo insinuaciones sino la relativamente indefensa mujer que fue objeto de ellas. De esta manera, M’greet fue forzada a dejar la escuela en desgracia.

La desconcertada M’greet buscó refugio con su tío, Heer Taconis, en The Hague. En la casa de Heer Taconis hizo tareas domésticas e hizo recados y en general trató de serle útil a la familia que había sido lo suficientemente buena como para aceptarla. Ella ya tenía 18 años y pensaba en el matrimonio.

Ella tenía dos desventajas serias en ser atractiva a los hombres. El primero era su estatura ya que la mayoría de los hombres, en ese entonces y ahora, buscan una mujer que sea más pequeña de lo que ellos son. El segundo era que tenía pechos pequeños, en una cultura que idealizaba la figura femenina del tipo “reloj de arena” (NP: caderas y pechos grandes, con cintura muy estrecha. Aun así, M’greet era incuestionablemente bonita, y poseía una apariencia ciertamente exótica, junto con una gracia y un estilo que era encontrado atractivo por muchos hombres.

Rudolph MacLeod llega a su vida

Un aviso en la sección de “personales” de un periódico atrajo la mirada de M’greet. Se podía leer:
“Oficial en el país que parte hacia las Indias Orientales Holandesas le gustaría conocer una chica de carácter agradable – objeto matrimonio”.
Este y otro más como éste fueron puestos por un amigo de Rudolph MacLeod - sin el conocimiento de éste.
Rudolph MacLeod era un militar holandés de carrera de 38 años que había peleado valientemente en combate y había recibido una cruz de oficial.
El era muscularmente compacto, tenía una gran nariz con una protuberancia en el puente, y lucía unas espesos, blancos, y curvados en los extremos, bigotes. Muy bebedor, había envejecido sin elegancia, teniendo además problemas de diabetes y reumatismo.
Estos problemas de salud trajeron de vuelta a Holanda al oficial. Algunos de sus ancestros habían emigrados hacia las Tierras Bajas desde Escocia, de ahí su apellido poco usual para ser holandés.

Aunque MacLeod no había puesto el aviso e incluso tampoco había dado su aprobación, el soltero de toda la vida aceptó conocer a la joven dama, Margaretha Zelle, cuando le consultaron.
A pesar de la enorme diferencia de edad y experiencia, los dos rápidamente se enamoraron uno del otro. Tal vez, como una vez ella declaró, M’greet tenía una debilidad por los hombres con uniformes y estaba encantada con el porte marcial de MacLeod junto con la extensa colección de medalla que él orgullosamente ostentaba.
Probablemente además , como “niña de papá” que era, ella estaba atraída por un hombre que tendría la edad de su padre. El capitán le propuso matrimonio a M’greet y ella ansiosamente aceptó.

Sin embargo, ellos rápidamente se toparon con un inconveniente.

La ley en Holanda decía que una mujer podía casarse con 16 años con el consentimiento de los padres, pero sin él no podía hasta los treinta.
M’greet ya le había dicho a Rudolph que ambos padres habían fallecido debido a que ella no estaba orgullosa del deteriorado y empobrecido anciano que era entonces su padre.
Sin embargo, M’greet no tenía la intención de esperar hasta la tercera década de su vida antes ella había escuchado las campanas de boda así que ella “le confesó” a su prometido que había dicho una “pequeña mentira de broma”.
Adam Zelle dio su consentimiento para la boda que la pareja anunció tendría lugar sólo tres meses después del compromiso.

El breve compromiso causó un buen intercambio de chismes.
Era esperado por todos que M’greet trajera al mundo al primer hijo de MacLeod a los pocos meses de la boda.
Sin embargo, el chismerío estaba equivocado.
Ellos se casaron el 11 de Julio de 1895 y M’greet dio a luz su primer hijo, Norman John, más de un año después, el 11 de Enero de 1897. Su apresuramiento por casarse aparentemente se debió a un genuino ardor antes que a un embarazo.

Desafortunadamente tras unos primeros tiempos idilicos....

Ese ardor se enfrió incluso antes de que el pequeño Norman fuera un reflejo en los ojos de su padre. Rudolph no renunció a sus escapadas de soltero porque estuviera casado.
Incluso se mantuvo en sus viejos hábitos de salir tarde con varias mujeres y volver al hogar borracho a altas horas de la madrugada.
M’greet hizo lo mejor que pudo para arreglárselas con sus deberes hogareños mientras aguantaba sus infidelidades con concubinas sin darle ninguna explicación así como su alcoholismo .
Además se las arregló con sus celos enfermizos, incluso cuando él se satisfacía a sí mismo para contener su lujuria, él montaba en furia cuando otro hombre ponía lo que él consideraba era demasiada atención hacia su adorable y agradable M’greet.
El continuaba abusando de ella incluso cuando ya tenía varios meses de embarazo golpeandola y sometiendola sexualmente por la fuerza.


Rudolph MacLeod informó a la nueva madre que la familia se mudaría debido a que él iría a Java donde sería apostado.
Lejos de estar digustada por la nueva noticia, M’greet estaba encantada ante el prospecto de un cambio de escenario.
También es posible que ella quisiera echar un vistaso a Java desde que mucha gente había especulado que la mujer holandesa de piel morena tenía ancestros provenientes de allí.
Con felicidad preparó al pequeño Norman y empacó las posesiones de la familia para el viaje hacia las tierras extranjeras de las que tantas cosas había oído.

el cine siempre es el cine y ya sabemos que destroza la realidad de las historias,peroa la gente poco le importa la historia real,como tu dices e solo ocacola y palomitas y poco mas.Buena biografia